III
Informe anual del Observatorio estatal de violencia sobre la mujer
2010.Cap.2: Informe del grupo de trabajo de investigación sobre el supuesto
Síndrome de Alienación Parental. MINISTERIO DE SANIDAD, POLÍTICA SOCIAL E
IGUALDAD, pág. 382.
En España se está siguiendo un patrón similar a lo acontecido en
EE.UU, donde, tras un número creciente de divorcios que conllevan diversos
cambios sociales, emerge el concepto de custodia compartida, promulgándose en 1979 la primera ley al respecto en el
Estado de California. Entre estos cambios, se encontraban la entrada de la
mujer en el mercado laboral, y una progresiva implicación de algunos padres en
la crianza en los primeros años del niño. Concedida la custodia a la madre en
los años iniciales del divorcio por ser quien habitualmente estaba en casa y se
ocupaba de la función materna, la custodia era cedida casi sistemáticamente a
la mujer (no hay que olvidar que secularmente ha sido la función atribuida a la
mujer por el patriarcado). Durante estos años comienza a surgir el movimiento
de derechos del padre varón separado como reacción al avance en materia de
derechos de la mujer.
Bajo
el disfraz de defender el poder ejercer una paternidad compartida, estos grupos difundían nuevos mitos patriarcales
como los mencionados con anterioridad, y entre ellos, comenzaron a plantear
conceder la custodia con base al “mejor interés del menor”, alegando que hasta
el momento sólo se miraba por el interés de la madre. Pero, si no queda claro si hay
suficiente base para refutar dicha teoría, que resuena justa, una nueva mirada
nos desvelará que lo que se dirime sigue siendo qué genero detentará esta
función m/paterna antes que el mejor interés del menor. Cuando se invoca en
algún lugar el derecho paterno a tener al hijo con el único criterio lapidario,
de ser un derecho “cuasi sagrado” ¿qué otro derecho se está haciendo prevalecer
que el patriarcal? En este contexto, en 1985, Richard Gardner, un psiquiatra
que realiza peritaciones en estos litigios, une su trabajo a este movimiento de
padres varones separados, introduciendo su propio mito/teoría, el pretendido
Síndrome de Alienación Parental que mantiene inalterable a lo largo de diversas
publicaciones hasta su muerte en 2003.